¿Qué tal si me acompañáis, amigos
lectores, en un épico viaje a través del desierto pero tal como se solía viajar
hacer 3000 años, a pie, sin camiones ni vehículos de apoyo de los que tenemos
en el siglo XXI? La primera parte de nuestro viaje va a ser haciendo pocas
paradas, y las paradas que hagamos no serán de muchos días, además viajaremos
frecuentemente de noche y de día y uno de nuestros problemas será el
abastecimiento de agua pero no el único. Afortunadamente nos conduce alguien
que tiene buen conocimiento de todas estas regiones.
Bueno, lo que os propongo a todos
es participar mentalmente del éxodo que protagonizaron Moisés y el pueblo de
Israel hace ahora 3500 años según el relato de la Biblia. Esta primera etapa va
a durar dos meses, y concluirá en una montaña de significado especial para
Moisés, el monte llamado Sinaí u Horeb. Atentos porque os podéis llevar alguna
sorpresa.
Pero retrocedamos hacia el tiempo
en que el príncipe Moisés huye de Egipto cuando tenía 40 años de edad. Es
posible que en su huida Moisés recorriera el camino que pasaba por las minas
que Egipto explotaba, siguiendo la cordillera del Sinaí, y lo haría rápido
puesto que estaba huyendo, su meta era Madián junto al brazo oriental del mar
Rojo, lejos de la frontera con Egipto.
El
registro bíblico informa que Moisés se casó en Madián y allí vivió durante los
siguientes 40 años de su vida. ¿Qué hizo durante todo ese tiempo? Ahora lo
transcribo directamente. “Y Moisés llegó a ser pastor del rebaño de Jetró, el
sacerdote de Madián, de quien era yerno. Mientras arreaba el rebaño al lado
occidental del desierto, llegó por fin a la montaña del Dios [verdadero], a
Horeb”, Éxodo 3:1. Moisés sirvió como pastor trashumante nómada, es decir,
durante unos meses al año llevaba al rebaño hacia occidente para que se
saciaran de abundante agua y de pastos, y que yendo hacia ese lugar se cruzaba
con la montaña llamada Horeb. Desde la cabecera del mar Rojo en Ezión-gueber
hasta el tradicional Sinaí (luego tenía que continuar el camino hasta llegar al
agua y los pastos) hay unos 145 km. en línea recta, ¿es ahí a donde Moisés
conducía a su rebaño, en medio de territorio egipcio, teniendo en cuenta que él
todavía era un fugitivo?
El
relato bíblico dice que Moisés se cruzaba con la montaña Horeb y que seguía el
camino hasta la fuente de agua, y no parece que esa sea la descripción del
Sinaí tradicional, porque en todos los alrededores del Sinaí tradicional no hay
abundante agua ni terrenos para pastos, entonces ¿hacia dónde se dirigía
Moisés? Hacia occidente dice la Biblia, no hacia el sur que es en donde está el
Sinaí tradicional. Yendo hacia occidente, en dirección del Mediterráneo, ¿hay
algún lugar en el que un pastor cualquiera pudiera llevar a sus rebaños para
que se saciaran, y que además cuente con alguna montaña significativa para
Moisés? Sí, sí que existe esa montaña.
Desde
la cabecera el brazo oriental del mar Rojo hasta la fuente de agua y pastos hay
unos 125 km. en línea recta, más cerca que yendo al Sinaí tradicional, y justo
en medio de ese trayecto está la montaña que tanto significaba para Moisés. Hoy
en día esa montaña se le conoce con el nombre de Har-Karkom. Y a tan solo unos
pocos km. más hacia el noroeste Moisés entraba en la región de tres grandes
oasis del lugar, el Ain Qedeis, el Ain el-Qudeirat y el Ain el-Qeseimah, los tres separados
entre sí por entre 10 y 15 km. aproximadamente. Estos tres oasis siguen
existiendo en la actualidad y tienen terreno que todavía sirve para cultivo.
Tenía mucho sentido que Moisés trajera a sus rebaños hasta esta zona, un lugar
que él mismo volverá a recorrer años más tarde en numerosa compañía.
En mi siguiente publicación hablaremos de la montaña que Moisés visitaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario