Existe la creencia de que gran
parte de la Biblia, exactamente la parte conocida como las Escrituras Hebreas,
son una recopilación de mitos e historias inventadas. Algunos enseñan que un
insignificante grupo de judíos cautivos en Babilonia, allá por el siglo VI
antes de Cristo, se confabularon para escribir la historia de Israel
supuestamente inexistente anteriormente, que se inventaron la historia de los
patriarcas y de los reyes para dotarse de un pasado con pedigrí, para hacerse
de una historia que los presentara como un pueblo de orígenes nobles y de ese
modo (guardando las distancias) equipararse a países tales como Egipto, o
Persia, o Grecia, pero que casi todo el contenido de las Escrituras Hebreas era
inventado, ¿crees tú, amigo lector, que la parte hebrea de la Biblia es casi
toda ella una invención?
Vamos a suponer que sí, que un
pequeño grupo de judíos se inventaran una historia que contara los orígenes
nobles de Israel, y que por lo tanto nada de lo que leemos fue verdad, que los
personajes que van apareciendo en la historia no fueron reales, esto más bien
tendría que haber “sonado” como un bonito cuento y nada más que eso, ¿no es
cierto? Veréis, puestos a inventarse una historia que dignificara los orígenes
¿no sería lo normal que uno se inventara relatos buenos protagonizados por
personajes intachables? Pues aquellos supuestos judíos que se pusieron a poner
por escrito una historia inventada, cometieron varios errores que echan por
tierra la supuesta intención de escribir una invención que dignificara sus
orígenes.
Hablemos brevemente de uno de los
reyes más importantes del antiguo Israel, del rey David. Según el relato
bíblico, este hombre fue un devoto adorador del Dios de Israel, de Jehová, lo
cual es bien cierto, pero según leemos la historia de su vida nos damos cuenta
de que este hombre fue culpable de adulterio y de la muerte de un hombre
inocente, 2ª Samuel 11:1-27. Me gustaría que alguien me explicara de qué modo
puede dignificar la historia un relato como este, teniendo en cuenta que estamos
hablando del rey más importante del antiguo Israel.
Por otro lado, ¿es el rey David
un personaje inventado, que no existió en la realidad? Bueno, eso es lo que
decían los críticos hasta no hace muchos años, decían que solo se hablaba del
rey David en la Biblia, pero eso ha cambiado dramáticamente. En los años 1990
se descubrió en el norte de Israel, en Tel-Dan, un trozo de loza que claramente
dice “Casa de David”, otras personas ajenas a la Biblia también decían que no
solo David sino su familia fueron personajes de carne y hueso. Podríamos
mencionar más ejemplos de descubrimientos arqueológicos de nombres de reyes
israelitas fuera de las páginas de la Biblia, pero ahora hablemos de los
nombres de algunos de los patriarcas bíblicos.
¿Es, también, una invención la
historia de los patriarcas de la Biblia? ¿Fueron personajes de carne y hueso, o
solo fueron personajes imaginarios? No creo que los antiguos egipcios tuvieran
el más mínimo interés en autentificar a un semita o hebreo, pero tenemos que
saber que actualmente se están realizando excavaciones en el delta oriental del
río Nilo, y uno de los sobresalientes descubrimientos que se han hecho en ese
lugar consiste en una serie de ocho sellos (alguna vez sellaron alguna ánfora
de vino o aceite) escritos en jeroglíficos egipcios y que mencionan claramente
el nombre de Jacob, y como todos saben Jacob fue el padre del primer ministro
de Egipto, José. Esto sería un reconocimiento de uno de los patriarcas hebreos
aparte de la Biblia.
En los muros de un templo de
Karnac, en el sur de Egipto, se refleja la reconquista victoriosa del faraón
Sensok I sobre Judá, todos los que hemos visitado el lugar lo habremos podido
ver. Pues cuando el faraón o quienes escribieron en su nombre se refieren a la
conquistada Judá no dicen Judá, hablan de aquel territorio como “El campo de
Abrahán”, ¿cómo pudieran los antiguos escribas egipcios tomar como referencia
un nombre de alguien que nunca había existido? Sin duda que aquellos escribas
egipcios se estaban refiriendo a un hombre de carne y hueso que había vivido
siglos antes.
Por estos y muchos otros detalles
arqueológicos, carece de argumentos la idea que han lanzado los críticos en
cuanto a que los personajes que aparecen en la parte hebrea de la Biblia fueran
personajes inventados y que nunca existieron. Los relatos de la Biblia se
fueron escribiendo cuando ocurrieron o poco después, por eso tienen el aroma de
lo verídico, de lo inmediato, de lo vivo, de ninguna manera pueden ser
comparados con alguna bonita fabula inventada.