Siempre ha habido mucha
controversia en cuanto a qué ruta siguieron los israelitas durante su éxodo,
antes que nada digamos que hoy seguimos sin saberlo, no sabemos por donde
marcharon los israelitas con Moisés al frente, pero hay algunos detalles en el registro
histórico de los antiguos hebreos que merecen ser tenidos en cuanta.
En la antigüedad
faraónica había tres grandes rutas que salían más o menos de la ciudad de
Heliópolis en Egipto, 1ª esta ruta costeaba todo el Mediterráneo hacia el
norte, 2ª esta ruta atravesaba todo el desierto hacia el norte y era conocida
con el nombre de SUR, 3ª y luego estaba la ruta que iba hacia las minas de la
cordillera del Sinaí, una de cuyas montañas fue señalada como el Sinaí
tradicional, es una montaña que está muy cerca del mar Rojo, cerca de la actual
Sharm El Sheikh. Es esta última ruta, la que pasa por las minas del Sinaí, la
que parece que ha sido escogida como el camino que siguieron los israelitas,
¿pero es cierto eso?
¿Cómo llegó el Sinaí tradicional
a ser señalado como la montaña de Dios? Todo comenzó en el primer cuarto del
siglo IV. Por aquellas fechas el emperador Constantino adoptó el cristianismo
como la nueva religión del estado, la madre del emperador, la Sra. Elena,
rápidamente se convirtió en una ferviente practicante de la nueva religión de
Roma y quiso conocer las tierras de las que habla la Biblia, no tardaron en
organizarle lo que hoy decimos un tour por toda Judea. Aparte de otros
hallazgos de supuesto origen cristiano, cuando a esta influyente mujer la
llevaron hasta la cadena montañosa del Sinaí, cerca del mar Rojo, ella se fijo
en la magnífica montaña que tenía ante sí, era…, no, es una montaña espléndida
que sobresale sobre todas las demás que la rodean, y ella sola decidió que
aquella montaña tenía que ser aquella en la que Dios le había entregado a
Moisés los Diez Mandamientos. Desde entonces se consolidó la idea de que la
montaña del profeta había sido localizada, desde ahí arranca la tradición hasta
el día de hoy. No resulta extraño que muchos expertos y obras de consulta
señalen la ruta hacia las minas del Sinaí como aquel camino que siguieron los
israelitas en su éxodo hacia la Tierra Prometida.
Pero en toda esta región los
arqueólogos del siglo XXI no han encontrado ni la más mínima evidencia de que
por allí alguna vez pasara un gran número de gente, y digo esto por la razón de
que sí que es posible seguir durante años el rastro de algún grupo nómada que
transitara por estos lares. Siempre quedan restos de alguna fogata, restos
óseos de algún animal que hubieran comido, fragmentos de algún utensilio
domestico que se hubiera roto, etc., pero señales de que por aquí hubiera
pasado alguna vez un pueblo entero como lo fue Israel nada de nada.
¿Cuáles
son los detalles bíblicos incompatibles con la suposición de que la ruta de las
minas del Sinaí fuera aquella que siguió Israel? En primer lugar nos tenemos
que remontar al comienzo del éxodo tal como lo cuenta la Biblia, transcribo
literalmente lo que registra la Biblia: “Más tarde, Moisés hizo que Israel
partiera del mar Rojo, y ellos salieron al desierto de Sur y siguieron
marchando por tres días en el desierto, pero no hallaron agua”, Éxodo 15:22.
¡El desierto de SUR! ¡No hacia las minas del Sinaí sino por el desierto de SUR!
Naturalmente, desde entonces ya han transcurrido más de 3500 años y muchos
rasgos físicos de toda la región pueden haber cambiado a causa de las
tormentas, a causa de que los pozos de agua se secaran, los ejércitos antiguos
y modernos han transitado por toda esta región produciendo cambios en el
entorno, y más recientemente se han construido carreteras modernas instalándose
tendidos eléctricos y explotaciones mineras, la apariencia física del terreno
ha sido alterada, tal vez todo esto dificulte el que se encuentre huellas del paso
de mucha gente que alguna vez se hubiera producido. Pero el camino a Sur que se
menciona al comienzo del éxodo israelita no es el camino que costea el
Mediterráneo ni es el camino que va hacia las minas del Sinaí. Fijémonos en
esta segunda ruta.
En
la actualidad nadie sabe por qué a esta ruta se le llama el “camino a Sur”. Se
especula con que pudiera haber sido alguna ciudad o pueblo que estaba en la
trayectoria y que se conociera con el nombre de Sur; otros opinan que era
alguna fortaleza militar egipcia; otros dicen que pudiera haber sido algún
singular accidente geográfico que sirviera como referencia a las caravanas; y
otros piensan que como era un camino que conducía hacia el sur de Canaán, y al
revés, que en el sur estaba Egipto, pues fue muy natural llamar a esa ruta “el
camino a SUR”. No sabemos, pero en cualquier caso este es el camino en el que
según la Biblia comenzó el éxodo. Y nosotros seguiremos esta ruta a Sur.
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