domingo, 26 de febrero de 2017

¿Hay verdaderos motivos para no creer en el Diluvio de la Biblia?




He leído en una web titulada “La ciencia y sus demonios” una lista de 10 razones por las que no se puede creer en el Diluvio Universal tal como lo cuenta la Biblia. Bueno, todos somos libres de creer lo que mejor nos parezca, pero hay quienes creemos en Dios y esa lista de 10 razones para no creer en el Diluvio sí que nos parecen una barbaridad y corta de miras. Ya están cerrados los comentarios para el artículo de esa web, así que lo voy a hacer en mi blog porque me parece un tema interesante.

El principal problema de esas 10 razones para no creer en el Diluvio es que todos los que opinan no creen en la existencia de Dios, el Creador, y eso es como sentarse en una silla que solo conserva dos patas con la cual resulta imposible mantener un buen equilibrio, para formarse una opinión objetiva se tienen que tener en cuenta los dos lados de la cuestión y luego que cada cual elija. Allá voy.

 

1ª Razón en contra: el problema de conservar una sola pareja de cada especie animal.

Respuesta:   esto sí que hubiera representado un problema de consanguinidad de no haber sido Dios el Creador quien lo pusiera en marcha. En cuanto a la biodiversidad estaba garantizada, Dios ya se cuidó de que cada pareja de animales conservaran el potencial de producir variaciones dentro de la misma especie, siempre dentro de la misma especie. Por ejemplo, con una sola pareja de perros ya se producirían todas las demás variaciones de canes, no fue necesario introducir en el arca una pareja de cada clase de perros, y exactamente lo mismo con las demás especies de animales.

   Razón en contra: la alimentación de los animales.

Respuesta:   según los zoólogos, de unas 3.000 “especies” de mamíferos terrestres solo unas 300 son mayores que el caballo, mientras que otras 2.200 no son mayores que un conejo. Y si las parejas que entraron en el Arca tenían el potencial genético de producir otras variedades dentro de la misma especie, no serían tantas las parejas que vivieron dentro del Arca, por lo tanto tampoco fue necesario hacer un gigantesco almacenamiento de alimento. Noé no tuvo que ir matando animales para dar de comer a aquellos animales que ahora denominamos como carnívoros, de haberlo hecho o de haberlo hecho los mismos “carnívoros” sí que hubieran desaparecido especies de otros animales. Según el registro bíblico toda clase de vida, incluido los seres humanos, todos eran vegetarianos, pero de entre los animales algunos hacían las veces de carroñeros ocasionales para limpiar el ambiente de cadáveres de animales, luego volvían a su dieta vegetariana. Dentro del Arca Dios incluso pudo haber ralentizado las necesidades alimenticias tal como sucede con los animales que invernan.   

   Razón en contra: desplazamientos de los animales.

Respuesta:   Si era Jehová Dios el Creador quien iba a poner en marcha el Diluvio, lo lógico y natural es que fuera él quien dirigiera a los animales escogidos para que se fueran acercando al Arca. Desde luego los animales no llegaron por su propia cuenta hasta el Arca, Dios los condujo hasta allí, Génesis 7:11-16. Y cuando salieron del Arca y de forma natural, cada especie de animal se fue esparciendo en la dirección que su instinto le marcó. Esto es así de lógico y sencillo.

   Razón en contra: las plantas no pudieron sobrevivir bajo el agua.

Respuesta:   Efectivamente, la mayoría de la vegetación existente sobre la superficie se ahogó al estar tanto tiempo debajo del agua, casi un año según la Biblia. La ramita de olivo que una paloma le llevo a Noé pudo proceder de un árbol ahogado pero que todavía conservase parte de sus ramas, y al volver a quedar al aire libre la paloma la recogió sin problemas. Por otro lado, muchas de las semillas vegetales pudieron conservarse vivas igual que algunas semillas se han conservado (hasta en el hielo del Polo) con el paso de los siglos y luego han brotado. De todos modos, y como consecuencia de la perdida vegetal existente por las aguas del Diluvio, Jehová Dios hizo la concesión de que el ser humano y todos los animales sobrevivientes pudieran comer carne por primera vez de ahí en adelante, Génesis 9:3.


   Razón en contra: Noé no pudo saber si el Diluvio era universal o local.

Respuesta:   Exacto, Noé nunca hubiera podido saber eso por sí mismo, Noé no pero Dios sí. El Arca jamás tuvo la misión de navegar, el único requisito de aquella construcción de madera era que flotara sin hundirse, Génesis 7:17,18, y el Arca cumplió perfectamente con ese propósito porque el diseño fue de Dios mismo, no de Noé. 

   Razón en contra: no hay tanta agua disponible como para inundar toda la Tierra.

Respuesta:   Lo que en todo caso no existían eran montañas tan altas como las que ahora tenemos, la superficie terrestre era mucho más llana que ahora y las aguas no tuvieron que subir a alturas descomunales para cubrir todas las montañas, fue el peso de tantos millones de toneladas de agua lo que al fin quebró la corteza terrestre e hizo que las montañas ganaran altura y se formaran las fosas abisales. Antes del Diluvio no existían los polos, hasta en esas latitudes crecía la vegetación por lo templado del clima, pero entonces Dios dispuso que buena parte del agua del Diluvio se concentrara en los dos polos y con ello cambio el clima terrestre.

   Razón en contra: ¿agua dulce o salada?

Respuesta:   Este jamás ha podido ser un problema para Jehová Dios el Creador, él tuvo que haber controlado este aspecto para que no salieran perjudicados los organismos que viven en el mar a causa de una descompensación del sistema.

   Razón en contra: problemas de construcción del Arca.

Respuesta:   Fueron ocho personas las que participaron en construir el Arca, y según lo que dice el registro bíblico se emplearon unos 50 años en construirla, ¿es esto una cosa increíble?. Noé y su familia no vivían aislados en medio de la nada, estaban rodeados de vecinos que aunque no creyeran lo mismo que Noé sí que pudieron suministrarle árboles y otros materiales, eso aparte de lo que Noé y sus hijos obtuvieran por sí mismos en los bosques cercanos. Para el transporte de la madera pudieron servirse perfectamente de los animales, bueyes, mulos y hasta puede que elefantes. ¿Dónde está el problema? Sepan todos ustedes amigos lectores, que en España y desde el año 1961 un hombre llamado Justo Gallego está construyendo él solo una catedral que ya tiene muy avanzada, lleva más de 50 años trabajando él solo levantando muros y colocando vigas y andamios. La evidencia está ahí y nadie puede desmentirlo, ¿qué motivo tenemos, pues, para dudar de que 8 personas construyeran un Arca en unos 50 años?

   Razón en contra: recuperación de ecosistemas.

Respuesta:   Después del Diluvio enseguida comenzó a crecer la vegetación, tal vez no como antes y por eso fue necesario que todos comenzaran a comer proteínas ya hechas como lo es la carne de ciertos animales que comenzaron a reproducirse, los seres vivos que salieron del arca no eran tantos y por eso no se necesitaba abundancia de comida, pero de nuevo brotaron las semillas que habían sobrevivido y posiblemente muchos árboles que no se hubieran ahogado, esto sin olvidar que la mano de Dios estaba por en medio.



10ª   Razón en contra: ingeniería naval.

Respuesta:   Tal vez Noé nunca antes había construido una embarcación, pero suponer que el Arca tuvo problemas de flotabilidad es mucho suponer, ¿estaban allí para verlo los que critican este aspecto? El diseño fue totalmente de Dios, Génesis 6:13-16. El Arca reunió todas las condiciones técnicas necesarias para conservar la vida de todos los que iban dentro, no tenía la misión de navegar, solo tenía que flotar sin hundirse y eso lo hizo a la perfección.

jueves, 23 de febrero de 2017

¿Quién fue el suegro del rey Salomón?


La cronología bíblica nos sitúa el reinado de Salomón de Israel entre los años 1037 hasta 998 a. E.C, él mismo y su reinado son sinónimos de sabiduría y riquezas. Entabló fructíferos tratos comerciales con sus vecinos los fenicios y recibió la visita de la reina de Seba, y si se le recuerda por alguna otra cosa más es por el harén tan grande que llegó a tener “… setecientas esposas, princesas, y trescientas concubinas; y poco a poco sus esposas le inclinaron el corazón”, 1ª Reyes 11:3. Estas mujeres no eran israelitas y no tenían las mismas creencias religiosas que el esposo de todas ellas, por esa razón y porque Salomón fue entrando en la ancianidad ellas acabaron haciendo con él lo que quisieron. Pero un momento, ¿cómo es que este israelita llegó a tener tantas mujeres?

El rey Salomón llegó a dominar el comercio terrestre en una zona muy sensible (Israel) que regulaba el tránsito desde África hasta Asia y Oriente, tuvo que formalizar acuerdos comerciales con sus vecinos y pueblos de más allá, y es menester saber que en aquellos tiempos los acuerdos internacionales se solían cerrar con un matrimonio, eso es lo que le sucedió a Salomón, probablemente no tuvo tiempo de conocer físicamente a todas esas mujeres y más con el paso de los años. Pero vayamos al comienzo de su reinado.

Uno de los primeros matrimonios de Salomón fue nada más y nada menos que con una princesa egipcia, 1ª Reyes 3:1. ¿De qué faraón era hija esta muchacha egipcia? Este misterioso faraón subió con su ejército y conquistó la ciudad de Guézer para entregársela a su hija como dote de boda, 1ª Reyes 9:16. No transcurrió mucho tiempo antes de que el suegro de Salomón, el faraón (?), le concediera al rey Salomón el derecho de exportar al resto del mundo los famosos carros y caballos egipcios, 1ª Reyes 10:28. Así que ¿quién podía ser este faraón? 

El registro bíblico no proporciona más detalles acerca de ese faraón, y lo que se conoce de la historia egipcia tampoco relaciona directamente a algún faraón con el rey Salomón, ¿entonces quién podía ser? No obstante, las tablas cronológicas de las dinastías egipcias mencionan a un faraón que por fechas sí que coincide con los años que reinó Salomón, pero nada más que eso. Ese faraón es Psusenes I.



La tumba de este faraón fue descubierta por el arqueólogo francés Pierre Montet en el año 1940, en plena segunda guerra mundial. Es la segunda tumba de un faraón encontrada intacta, con todos sus tesoros y con la momia del faraón dentro, después del descubrimiento de la tumba del faraón Tutankamón en 1922, pero lamentablemente el descubrimiento pasó casi desapercibido porque las noticias de la guerra ocupaban el primer plano de todos los periódicos. En seguida este faraón fue conocido como “el faraón de plata”, y eso fue de ese modo porque su sarcófago era de plata maciza, no de oro, y lo mismo sucedió con muchos de los objetos con los que fue enterrado Psusenes I. Parece que la plata era el metal predominante en su reinado, ¿qué puede significar ello?

Por fechas cronológicas coincidieron Salomón y Psusenes I, fueron contemporáneos, pero es que además hay un detalle en el reinado de Salomón que llama mucho la atención con respecto al metal predominante durante la gobernación de Psusenes I. 1ª Reyes 10:27 dice: “Y el rey (Salomón) llegó a hacer que la plata en Jerusalén fuera como las piedras…”, dicho de otro modo, la plata fue de una abundancia tal que igualaban a las piedras del campo que estaban por doquier. Por razones familiares Salomón tuvo trato con la realeza egipcia, y no hubiera tenido ningún inconveniente en mandarle a su suegro ingentes cantidades de plata, ¿es una posibilidad interesante, verdad?

La ciudad filistea de Guézer sí que aparece en los registros egipcios antiguos, pero aparte de que se reconozca que esta ciudad fue conquistada por los faraones Tutmosis III, y más tarde por el faraón Menefta I, no se informa de que algún otro faraón la conquistara, solo la Biblia dice que también la conquistó el suegro de Salomón. Bueno, esperemos que se vayan haciendo más descubrimientos arqueológicos y conozcamos fehacientemente cuantas conquistas tuvo esa ciudad filistea.

 

 

martes, 21 de febrero de 2017

Nace un mito

 
 


Siempre he oído que Norteamérica no puede alardear de tener una historia tan vieja como la historia de Europa, y seguramente eso es cierto, pero en poco más de tres siglos ha acumulado páginas históricas algunas de las cuales han cambiado el curso de la historia mundial. Siempre he tenido interés por las historias del viejo oeste, o mejor dicho, interés por las historias del oeste americano, y en este caso estoy pensando en unos hechos que protagonizó el general George Armstrong Custer, cuya vida acabó abruptamente un 25 de junio de 1876 en la célebre batalla de Little Big Horn, en el estado de Montana. Hablemos de esa batalla.



Hoy en día el sitio llamado Litte Big Horn es el campo de batalla convertido en un singular cementerio, es un monumento nacional muy visitado por nacionales y extranjeros. Es el único cementerio militar en donde los soldados que murieron están enterrados exactamente en el mismo lugar en el que cayeron, por eso las lápidas no están alienadas sino esparcidas aleatoriamente como si un campesino hubiera cogido un puñado de semillas y las hubiera lanzado para que cayeran donde quisieran, y justo en la colina conocida como “la colina de la última batalla”, en medio de todas las lápidas blancas, en medio de todas ellas sobresale una lápida negra, marca el sitio en el que cayó muerto el rubio general Custer.

 
¿Cómo transcurrió aquella batalla? No fue nada glorioso. Parece que Custer cometió un error de apreciación y pensó que allí solo habrían unos pocos guerreros con sus familias, por esa razón dividió al famoso 7º de Caballería en tres grupos que se alejaron entre sí dirigiendo él uno de los grupos, en total le seguían unos 211 hombres. Pero al llegar Custer al lugar pensado se encontró con que le hicieron frente más de 1000 1.000 guerreros siux y cheyennes, el ataque indio no lo dirigió Toro Sentado sino Caballo Loco.
Los soldados fueron separados en grupos aislados más pequeños, y aunque tenían armamento más preciso (los “modernos” rifles Springfield de un solo disparo cada vez) que podía hacer blanco a unos 500 metros, los nativos americanos llevaban sus armas tradicionales y rifles de todas las clases, sobre todo winchesters, que para hacer blanco se tenían que acercar a 100 metros de distancia pero que como contrapartida podían hacer 10 o 12 disparos en el mismo tiempo que los springfields de los soldados solo podían disparar una vez. Alrededor de donde los soldados cayeron muertos se han encontrado balas de muchas armas diferentes.
Además, los nativos americanos pelearon con las eficaces tácticas de cazadores y conocían el terreno perfectamente, no hubo demasiadas bajas de indios. Lo que ha sorprendido a los modernos investigadores es la posición de muchos soldados (sus lápidas), se pensaba que algunos de los soldados habían podio forma lo que en caballería se decía “línea de defensa”, que era la formación de una línea en donde los soldados se distanciaban unos 5 o 6 metros entre sí y disparaban. Pero aquella supuesta línea de defensa parece que es otra cosa muy diferente, parece que es la dirección en la que algunos asustados soldados huían y cayeron muertos a unos pasos unos de otros. En ese mismo lugar se han encontrado muy pocos casquillos militares y sí algunas balas que se les cayeron enteras al suelo y muchas variadas balas de los nativos. Fue un total desastre militar.


Cuando ya comenzaban a escasear los disparos de todos los lados, los nativos se echaron encima de los moribundos y los destrozaron a golpes de maza, los mutilaron y les arrancaron la cabellera. Unos días más tarde, cuando allí ya no quedaban indios, llegaron los del resto del 7º y enterraron a los muertos incluido el general Custer, pero un tiempo después    llegó otra columna militar de auxilio y exhumaron el destrozado cuerpo del rubio general y, posiblemente, lo enterraron en terreno de la Academia Militar de WestPoint, que está al norte de Nueva York, y aquí nació el mito.




lunes, 20 de febrero de 2017

Los Dinosaurios 2




Los polos terrestres no siempre fueron como hoy los conocemos, con hielos perpetuos, con glaciares, con fuertes temperaturas bajo cero, todo indica que una vez en esas latitudes creció vegetación subtropical lo cual quiere decir que el clima general era mucho más benigno que ahora. Por ejemplo, el periódico Udmurtskaya Pravda de la época soviética informó que el Instituto de Oceanografía de la Academia de Ciencias de la URSS llegó a la conclusión de que las regiones de la Antártica y Ártica una vez tuvieron un clima subtropical.

Otro periódico, esta vez australiano y llamado The Australian, informó de que científicos australianos y estadounidenses hallaron fósiles de hojas, madera, musgo y huevos de insectos a tan solo 500 km. del polo sur, todo lo cual indica que el clima era mucho más suave en aquellas regiones.

Hace una década que la BBC informó de la expedición Artic Coring Expedition y de lo que ellos encontraron en el océano Glacial Ártico, cerca de Groenlandia. A unos 400 metros por debajo del lecho marino encontraron fósiles de minúsculas plantas y animales marinos, lo cual nuevamente nos habla de que el clima en esas regiones fue bien templado, apto para la vida de ambiente subtropical.


El registro bíblico sobre la Creación va en esa dirección, toda la tierra tenía un clima templado y la vegetación era exuberante, Génesis 1:29,30; 2:5,6. Todavía no llovía, pero parece que corrientes subterráneas de agua proporcionaban la humedad suficiente para que crecieran las plantas. Las selvas tropicales o subtropicales son casi impracticables a causa de la mucha vegetación que crece y cuesta mucho caminar por ellas, eso es lo que podría haber sucedido en aquel mundo primigenio si Dios, el Creador, no hubiera dispuesto algún medio para mantener a raya tan grande proliferación de vegetación, ¿la solución…?, los grandes comedores de vegetación, los dinosaurios y el resto de animales más pequeños incluyendo al mismísimo ser humano. Pero todo esto cambió drásticamente.     


El registro bíblico informa que el planeta tierra estuvo sumergido en agua durante siete meses durante el Diluvio, durante ese tiempo, aparte de morir todos los seres vivos que no estaban dentro del Arca, también murieron o se ahogaron gran parte de las plantas que estaban crecidas, de modo que cuando todos los que estaban dentro del Arca salieron ya no disponían de suficiente alimento vegetal, y por otro lado las aguas del Diluvio tuvieron que ir a alguna parte y es cuando probablemente se formaron los polos, el clima cambió drásticamente. Todos aquellos grandes animales devoradores de vegetación ahora ya no eran necesarios según el plan divino y desaparecieron, desaparecieron ellos pero no la especie reptil u otros grandes animales voladores. Fue en este preciso instante cuando Jehová, el Dios Creador, hizo la concesión de que el ser humano y buena parte de los animales terrestres pasaran a comer carne por primera vez hasta el día de hoy, Génesis 9:3. Así que, según el registro bíblico, aquellos monstruos antediluvianos no desaparecieron a causa de que un gran meteorito se estrellase contra la tierra, desaparecieron por voluntad divina porque ellos ya habían cumplido su misión en el mundo antiguo. Si la extinción de aquellos animales se hubiera debido a que un gran meteorito acabó con su alimento y con la radiación solar y con el aire puro, ¿cómo es que sobrevivieron los animales de menor tamaño?       

 

 

 

 


sábado, 18 de febrero de 2017

Los Dinosaurios




Según dijo la agencia de noticias Associated Press, la paleobotánica Carolina Stromberg y su equipo hicieron un sorprendente descubrimiento al analizar las heces fosilizadas de dinosaurios en la India. Las investigaciones demostraron que aquellos enormes animales extintos eran grandes comedores de hierba, y esto les llamó la atención porque según los científicos la hierba solo apareció mucho después de la extinción de los dinosaurios además de que aquellos animales no disponían de dientes adecuados para triturar vegetación. No encontraron restos de otros animales en aquellas heces, todos ellos seguían una dieta vegetariana. ¿Cómo casar este reciente descubrimiento con la idea de que muchos de aquellos gigantes peleaban y se devoraban entre sí? Porque lo cierto es que sí se han encontrado huesos fósiles con claras marcas de dentelladas. Y puesto que la Biblia de forma secundaria es una crónica de la historia de la humanidad y nos habla de los primeros seres humanos que vivieron en nuestro planeta, ¿tuvo ocasión aquel primer hombre llamado Adán de contemplar a los dinosaurios?

El registro bíblico nos informa que una de las primeras tareas inteligentes que realizó aquel hombre llamado Adán fue la de poner nombre a todos los animales, Génesis 2:19. Es de suponer que todos aquellos animales irían desfilando con el tiempo por delante de donde estaba el hombre y éste les puso el nombre que creyó conveniente, nombres que no tienen que ser los que actualmente conocemos. ¿Tuvo ocasión de contemplar a los grandes dinosaurios aquel primer hombre llamado Adán en la Biblia? Si él puso nombre a todos los animales existentes sí que los tendría que haber visto aunque fuera en la distancia, luego estos animales retornarían a sus hábitats propios en los que vivían y que no tenían por qué ser los del ser humano.



¿Y cómo pudo ser aquel mundo habitado por los grandes monstruos que Adán tuvo que conocer? ¿Se peleaban unos contra los otros y se devoraban entre sí? Parece que los paleontólogos y científicos del siglo XXI están convencidos de que sí, que muchos de aquellos animales extintos no se llevaban nada bien y se comían entre sí y de ese modo lo están enseñando al resto del mundo, pero ninguno de estos científicos ha estado allí para verlo con sus propios ojos, todo lo que nos están diciendo se basa en sus deducciones más o menos ilustradas, pero solo eso, deducciones. Permítanme decir otra cosa: lo cierto es que las excavaciones sí que han dejado al descubierto huesos fósiles con claras marcas de dentelladas, ¿entonces en qué quedamos, se peleaban entre sí y luego se devoraban aquellos monstruos?

Lo que voy a decir puede que no guste a muchas personas, pero estamos obligados a admitir que hay muchas formas de pensar y no todas coinciden, por esa razón tenemos que ver la explicación que proporciona la Biblia como una explicación que merece tanto crédito como cualquiera de las otras explicaciones que la ciencia va dando, y a eso voy.

El registro histórico de la Biblia comienza detallando cada uno de los días creativos de Dios, que desde luego no son días de 24 horas, y dice que los animales marinos, los animales voladores y los mamíferos fueron creados (no que evolucionasen) a lo largo de los días quinto y sexto, Génesis 1:20-31, y siempre se repite la frase “vio Dios que era bueno”. Para poner esas palabras en boca de Dios mismo es que el estado de cosas tenía que ser plenamente satisfactorio, sin nada que chirriase, pacífico, ¿creen que Dios hubiera podido decir que todo “… era bueno…” si algunas de las criaturas creadas se pelearan violentamente y se comieran unas a otras? Pero entonces ¿por qué muchos animales tienen grandes colmillos y garras?

El relato bíblico dice que Dios le advirtió al hombre de que si pecaba moriría, pero si Adán era el primer ser humano ¿cómo podía saber lo que era la muerte? Mediante la observación de los animales, los cuales tenían diferentes duraciones de vida y de vez en cuando morían cerca del primer hombre. Si el que moría era un animal pequeño su muerte pasaba desapercibida, pero si el que moría era un elefante o un dinosaurio su descomposición pudiera producir ofensa olfativa en el entorno y afear la visión durante muchos días a menos que hubiera un medio para limpiar rápidamente la escena tal como sucede en nuestros días, aquí podían entrar en acción todos aquellos otros animales con grandes dientes, garras y picos, estos animales se transformaban en ocasionales carroñeros, luego volvían a su dieta vegetariana con la que habían sido creados, esto podría explicar el por qué hay huesos fósiles con marcas de dentelladas, no porque se devorasen unos a otros.

Todo esto está muy bien, ¿pero cuándo cambiaron de hábito todos los animales? ¿Y cuándo y por qué desaparecieron determinadas clases de animales, especialmente los más grandes? Estas preguntas tendrán respuestas en mi siguiente publicación.

 

miércoles, 15 de febrero de 2017

Un enigma de Egipto




He tenido el privilegio de estar en dos ocasiones en Egipto, ese era el sueño desde mi niñez porque el mundo de los faraones me fascinaba y me sigue fascinando. Pude ver y tocar las grandes pirámides y la famosa esfinge de Giza; visité la cantera de Asuán en donde está el célebre obelisco inacabado que pesa unas 1.300 toneladas, todavía unido a la madre piedra y abandonado porque cuando ya lo tenían casi tallado se les quebró por un par de sitios y ya no servía. No dejo de pensar cómo lo hubieran levantado y transportado si hubieran conseguido terminarlo. Pude visitar el majestuoso e increíble templo de Abu Simbel tallado todo él en la roca, y en homenaje del faraón Ramsés II; caminé por entre las tumbas del Valle de los Reyes y entré en las espléndidas tumbas de Ramsés III y en la tumba de Ramsés VI; y anduve por las enormes columnas de los templos de Karnac. Nada de esto se puede olvidar nunca más. Pero entre todas estas joyas del pasado egipcio hay algunas cosas pequeñas que intrigan más que las grandes, y de alguna de ellas voy a hablar.
En el Museo de El Cairo, en un pasillo lateral lleno de estanterías con múltiples objetos de todo tipo, el guía que llevábamos nos señaló una vitrina concreta dentro de la cual había, sí, había un juego de brocas exactamente iguales a las que utilizamos en el siglo XXI pero de la época faraónica, pero esto no era todo, junto a las brocas habían 5 o 6 discos radiales, sí, discos radiales iguales a los que solemos utilizar nosotros. Yo no ignoro que esas herramientas solo se pueden usar en nuestros tiempos con la electricidad, ¿cómo las utilizaban los antiguos? No quiero entrar aquí en un debate extraño.



 
 


Pero les hablaré de otro objeto (aquí sí que os mostraré una fotografía) que forma parte de unos grabados en el muro de un templo de Karnac, y este también es un grabado bien extraño que casi no necesita palabras para describirlo pero que hace surgir algunas preguntas. Observen la foto y luego sigo hablando.

La obviedad entre los dos grabados es innegable, ¿pero es intencionada, es casual, significa algo distinto de la primera idea que nos viene a la mente? En apariencia estamos contemplando lo que a todas luces parece un espermatozoide estrechamente relacionado con el miembro viril del dios egipcio, la coincidencia y el significado de ambos grabados es objeto de debate y hay opiniones para todos los gustos. ¿Se imaginan que el llamativo grabado fuera realmente un espermatozoide? ¿Cómo lo habrían visto los antiguos egipcios, ya que en el siglo XXI solo lo podemos ver con la ayuda de un microscopio? Bueno, yo solo he querido mostrar a los amigos lectores una curiosidad, pero una curiosidad enigmática.  

 


 

domingo, 12 de febrero de 2017

¿Al estilo romano o al estilo judío?





Es evidente que los romanos acostumbraban a ejecutar a los reos clavándolos en cruces, eso es lo que hicieron con todos los rebeldes que siguieron a Spartaco llenando la Vía Apia de cruces ardiendo con los reos hasta la entrada de Roma misma, y por otro lado se han encontrado restos humanos con clavos que les atravesaban los pies, de modo que inequívocamente los romanos sí que hacían ejecuciones en cruces.

Esto nos lleva a un dilema histórico: ¿asesinaron los soldados romanos también a Jesús en una cruz? ¿Qué dice la Biblia, la única fuente contemporánea de información que habla de esa ejecución? Muchas personas tienen asumido que sí, que a Jesús lo mataron colgándolo de una cruz, ¿pero podemos estar seguros de ello?

El pueblo hebreo, desde la fundación, jamás ejecutó a nadie colgándolo vivo en algún sitio, si alguien merecía la sentencia de muerte ese individuo era lapidado y muerto, y si lo que ese individuo había hecho era tan reprobable tomaban el cadáver y lo colgaban un tiempo en un madero vertical, un simple poste, para advertencia publica, Deuteronomio 21:22,23. Esta era la ley que todo Israel estaba obligado a cumplir, y esa ley se estuvo observando hasta los días de Jesús.

Ahora bien, ¿respetarían los soldados romanos una ley judía? La única fuente de información contemporánea a la que podemos acudir son los cuatro evangelios canónicos, es decir, Mateo, Marcos, Lucas y Juan, toda otra fuente de supuesta información sobre la época de Jesús ya no se debe a testigos presenciales de los acontecimientos, y puede haber sufrido alteración de la información.  



Los primeros que se atrevieron a juzgar a Jesús fueron los principales sacerdotes y miembros del Sanedrín, y lo hicieron con nocturnidad y alevosía, estaba claro que todos ellos querían su muerte, odiaban a Jesús, Juan 11:47-53. Pero sucedía que los judíos no tenían autoridad para ejecutar a nadie en aquel momento, por ese motivo llevaron a Jesús ante el gobernador romano Poncio Pilato, éste interrogo a Jesús y se dio cuenta de la inocencia de aquel hombre y no parecía muy dispuesto a castigar severamente a Jesús, pero la chusma de judíos comprometieron al gobernador romano, “Sin embargo, cuando los sacerdotes principales y los oficiales lo vieron, gritaron, y dijeron: “¡Al madero [con él]! ¡Al madero [con él]!”. Pilato les dijo: “Tómenlo ustedes mismos y fíjenlo en el madero, porque yo no hallo en él falta alguna. Por esta razón Pilato siguió buscando cómo ponerlo en libertad. Pero los judíos gritaron, diciendo: “Si pones en libertad a este, no eres amigo de César. Todo el que se hace rey habla contra César”. Por eso Pilato, después de oír estas palabras, sacó fuera a Jesús, y se sentó en el tribunal en un lugar llamado El Empedrado, pero, en hebreo, Gáb·ba·tha. Era, pues, la preparación de la pascua; era como la hora sexta. Y dijo a los judíos: “¡Miren! ¡Su rey!”. Sin embargo, ellos gritaron: “¡Quíta[lo]! ¡Quíta[lo]! ¡Al madero con él!”. Pilato les dijo: “¿A su rey fijo en un madero?”. Los sacerdotes principales contestaron: “No tenemos más rey que César”. Por lo tanto, en aquel momento él se lo entregó a ellos para que fuera fijado en un madero”, Juan 19:6,12-16.  

¿Os habéis fijado en lo que Juan, testigo presencial, escribió que Pilato hizo? Pilato entregó a Jesús a los judíos para que hicieran con él lo que quisieran, pero como los judíos mismos no tenían permiso para ejecutar a nadie Pilato puso a disposición de aquella chusma un cuerpo de soldados romanos para que llevaran a cabo lo que los judíos les dijeran, Mateo 27:27-31. ¿Y cuál era la costumbre de los judíos con respecto a colgar a alguien para vergüenza pública?

Deuteronomio 21:22,23, Biblia Católica Torres Amat dice: “Cuando un hombre cometiere un delito de muerte, y sentenciado a morir fuere colgado de un patíbulo, no permanecerá colgado su cadáver en el madero; sino que dentro del mismo día será sepultado: porque es maldito de Dios el que está colgado del madero; y tú por ningún acontecimiento has de manchar tu tierra, cuya posesión el Señor tu Dios te hubiere dado”. Como se puede apreciar en esta versión de la Biblia y en otras versiones, la costumbre del pueblo hebreo era colgar de un madero vertical el cadáver del reo que lo mereciere, porque eso es lo que mandaba la ley de Moisés. ¡Un madero, no una cruz!

Lo que sucedió en el caso de Jesús fue que sí, efectivamente lo mataron los soldados romanos, pero estos soldados romanos se limitaron a llevar a la práctica lo que aquella chusma de judíos les estaban pidiendo que hicieran según un cumplimiento estricto de la ley judía, aunque los romanos añadieron alguna modificación como lo era el de colgar vivo en el madero a Jesús, por esa razón más tarde los romanos rompieron las piernas de los otros dos condenados menos a Jesús, que ya había perecido, les rompieron las piernas para que perdieran el poco apoyo que tenían y se asfixiaran antes, Juan 19:31-33.

La creencia de que a Jesús lo clavaron en una cruz está muy arraigada, pero los manuscritos bíblicos griegos dicen algo muy diferente, no obstante allá cada cual que quiera creer algo diferente.

viernes, 10 de febrero de 2017

¿Dónde está la ciudad de Sodoma?




La Biblia ha servido para que muchos arqueólogos hicieran llamativos descubrimientos en “Tierra Santa”, en Israel, de ese modo se han descubierto enclaves, aldeas y ciudades, objetos varios, con lo cual se demuestra que la Biblia es mucho más que un simple libro de origen antiguo, es también una crónica de pueblos y de gentes que vivieron en otro momento de la historia.

Pero con el transcurso de los siglos el recuerdo de algunos lugares se perdió y nadie sabe, por ejemplo, en dónde estaba determinada ciudad o enclave que se menciona en la Biblia, e incluso a veces se ubica erróneamente algún lugar que estaba en otras latitudes como puede haber sucedido con la montaña en la que Jehová entregó a Moisés los “10 Mandamientos”. Bueno, de lo que hoy quería hablar es de una notoria ciudad mencionada en la Biblia y de la que no se conoce con exactitud su verdadera ubicación, me estoy refiriendo a las ciudades de Sodoma y Gomorra, ¿han oído ustedes hablar de ellas?

La mayoría de los mapas y la mayoría de los expertos sitúan a esta ciudad bajo las aguas del lado oriental del sur del mar Muerto, y lo cierto es que en esa región se han encontrado ruinas de antiguas poblaciones, los arqueólogos suponen que en la antigüedad hubo un deslizamiento de tierras y las poblaciones que estaban más cerca del mar acabaron sumergidas. Pero ¿dice algo la Biblia que nos demuestre que estas bíblicas ciudades estaban en el lugar que todos suponen, o estaban en otra zona completamente diferente? Sí, sí que dice alguna cosa y la vamos a comprobar ahora mismo. El resultado de nuestra búsqueda puede indicar que las investigaciones que se han hecho anteriormente no fueron tan minuciosas como se supone, quizás porque alguien no dio al registro bíblico todo el crédito que éste merece.

Todo comienza con la estancia del patriarca Abrahán en Egipto a raíz de una hambruna que asoló a toda la región, Génesis 12:10. Con él iba toda su familia incluido su sobrino Lot, los siervos que todos ellos tenían y numeroso rebaño. Transcurrido el peligro, Abrahán y todos los que con él estaban abandonaron Egipto y enfilaron el camino a Sur, en medio del desierto, finalmente llegaron a Beer Sheba, lugar en que el patriarca solía acampar con sus rebaños y en el él mismo hizo un pozo de agua; luego continuaron hasta el norte y llegaron a Hebrón; poco después siguieron hacia el norte y llegaron hasta Betel, Génesis 13:1-3. Todo este recorrido representa que Abrahán, Lot y todos los demás ya habían llegado al norte del mar Muerto en el lado occidental, y Betel era un lugar que pertenecía al sistema de oasis de Jericó, por lo tanto en el norte del mar Muerto, no en el sur.

Es estando en Betel en donde Abrahán y su sobrino Lot deciden separarse a causa de las disputas que sus respectivos pastores mantenían por el uso del agua del lugar en el que estaban, deciden que lo mejor es que cada cual vaya por su lado. Abrahán cede a su sobrino Lot el derecho de elegir hacia dónde quiere ir. Recuerden que Abrahán y Lot están en Betel, al norte del mar Muerto. Ahora Lot se pone a observar el terreno hasta allí donde le alcanzaba la vista, pero mejor transcribo una parte del relato bíblico. “De modo que Lot alzó los ojos y vio todo el Distrito del Jordán, que todo él era una región bien regada, antes de que Jehová arruinara a Sodoma y Gomorra, como el jardín de Jehová, como la tierra de Egipto hasta Zóar. Entonces Lot escogió para sí todo el Distrito del Jordán, y Lot mudó su campamento al este. Así que se separaron el uno del otro. Abrán moró en la tierra de Canaán, pero Lot moró entre las ciudades del Distrito. Por fin asentó su tienda cerca de Sodoma”, Génesis 13:10-13.    



Es menester fijarse bien en las palabras que acabamos de leer. Desde Betel hasta el tradicional lugar de Sodoma hay más de 80 km. de distancia, eso teniendo en cuenta que Lot debería de haberse fijado en el terreno de la orilla oriental, con el mar por en medio y con numerosas colinas, y así y todo ¿pudo Lot precisar que el lugar estaba tan bien provisto de agua como el jardín de Edén? Vamos, ni que Lot hubiera tenido una vista de águila. Además, Lot se fijo en el Distrito del Jordán, el río, y que yo sepa el río Jordán acaba o muere en al norte del mar Muerto, no en el sur, porque a partir del sur del mar ya no hay río ni nada que se le parezca, es todo puro desierto. No, Lot desde Betel se tuvo que fijar en algún lugar mucho más cercano a él, se fijo en la tierra que con toda propiedad se podía llamar Distrito del Jordán, y se fijó en las tierras del lado oriental del Jordán en el norte del mar Muerto. Incluso hoy en día, con la ayuda del mapa de Google Earth y situándonos en la zona de Jericó, podemos ver al otro lado del río una amplia zona muy frondosa, hacia allí tuvo que mirar Lot, hacia allí tienen qua haber estado las ciudades de Sodoma y Gomorra, no en el sur del mar Muerto.

Hay testimonio de personas que viajaron por la zona que hoy pertenece a Jordania, personas que estuvieron en el monte Nebo, que es en donde según la Biblia murió Moisés y que está localizado en el lado oriental del norte del mar Muerto, estos testimonios dicen que desde lo alto del monte se podía ver la tierra de los sodomitas, y esta persona no estaba mirando a una distancia de 80 km. hacia el sur, este testigo estaba mirando hacia la falda de la montaña llamada Nebo, lo cual confirma lo que dice la Biblia.
Todo esto está muy bien, ¿pero tiene el apoyo de modernas excavaciones arqueológicas que se estén haciendo en la zona? Pues sí, en ese lugar se están realizando excavaciones con sorprendentes resultados. En estos momentos el arqueólogo británico Steven Collins está trabajando en un enclave del lugar llamado Tell el-Hamam, las ruinas que hasta el momento ha dejado al descubierto muestran que la ciudad sufrió una gran quema alguna vez, y que por todos lados entre los escombros hay numerosos restos humanos, la gente que aquí vivía murió dentro de sus casas, tal como dice el relato bíblico que sucedió con Sodoma, Génesis 19:23-25. Todavía no se puede decir que Collins haya encontrado la ciudad de Sodoma, él mismo está dubitativo, pero aparentemente todo coincide con el registro bíblico. Estaremos a la espera de más investigaciones. 

miércoles, 8 de febrero de 2017

Las pirámides egipcias




Es la construcción humana más antigua que se mantiene en pie y tiene unos 2.300.000 bloques de piedra que pesan entre 2 y 18 toneladas de paso, es la increíble pirámide de Keops en la meseta de Giza. Y cuando estas junto a ella y la tocas te preguntas ¿cómo a hicieron? Sí, te haces esa pregunta porque los arqueólogos solo han encontrado en sus excavaciones alguna plomada, algún cincel con su maza correspondiente, alguna regla para tomar medidas y nada más. No han aparecido máquinas de clase alguna, ni siquiera algún dibujo en alguna tumba que esplique cómo las hicieron, nada de nada.




Según nos explican los egiptólogos la pirámide de Keops se tardó en construir unos 30 años, pero estos trabajos solo se realizaban durante tres meses al año, que eran los meses que las aguas del Nilo con sus anuales inundaciones imposibilitaban todas las labores agrícolas, ese era el momento en que buena parte de la población participaba en ir levantando la futura tumba del faraón. Si la construcción de esta pirámide se alargó durante 30 años y si tiene aproximadamente 2.300.000 bloques de piedra, eso significa que se tuvieron que ir colocando un bloque de piedra cada dos minutos, ¿cómo lo hicieron? ¿Cómo es que no se estorbaron entre las diferentes cuadrillas de obreros que irían una detrás de la otra mientras subían las piedra
A los del siglo XXI nos parece que el modo más efectivo de ir levantando la pirámide tenía que ser con la ayuda de rampas, y de tipos de rampas se han propuesto varias clases: una única rampa que se iría agrandando conforme la pirámide ganara altura y de mantenimiento más bien problemático, una rampa exterior que fuera rodeando la pirámide, una rampa interior que acabaría quedando escondida dentro de la misma pirámide, incluso algún experto ha propuesto que los bloques de piedra en realidad son una especie de conglomerado que se fue fabricando allí mismo. Pero aún podría haber otro tipo de rampa en la que parece que no han pensado muchos, podría ser un tipo de rampa tan evidente y tan sutil que casi nadie la ha visto todavía a pesar de estar a la vista de todos, me refiero a las mismísimas paredes inclinadas de la propia pirámide.


Primero allanarían todo el terreno, luego cavarían hacia abajo todas las dependencias o salas o pasillos que quisieran que la pirámide tuviera y lo irían cubriendo todo según fuera necesario, a continuación completarían un primer piso de bloques de piedra completamente acabado, luego el segundo pero un poco más pequeño y así sucesivamente. A partir del segundo piso utilizarían la piedra de revestimiento inclinada como rampa, una buena maroma que llegaría hasta el otro lado de la pirámide sujetaría esta piedra, y desde el otro lado un grupo de bueyes (¿por qué tenían que ser hombres los que tiraran de la maroma si los inteligentes egipcios ya conocían la fuerza de los bueyes?) jalarían sin demasiado esfuerzo hasta subir el bloque de piedra hasta el siguiente nivel, mientras tanto en el cabo que quedaba libre atarían otro bloque y los bueyes del otro lado jalarían hasta subir la piedra del lado opuesto al siguiente nivel, sería como un tira y afloja. Teniendo en cuenta que cada lado de la pirámide de Keops tiene unos 200 metros, esto significa que en cada lado podrían estar trabajando varios grupos de bueyes jalando y colocando varias piedras al mismo tiempo. Quizás al comienzo harían falta pocos bueyes en el grupo que jalaba, a medida que la pirámide fuera ganando altura cada grupo de bueyes se iría incrementando con algunos bueyes más para reunir la fuerza suficiente.  Claro, esto solo es una idea más, seguimos sin saber cómo levantaron las pirámides. Otros han tenido la ocurrencia de que las pirámides fueron construidas por una desconocida civilización anterior a los egipcios y desaparecida hace mucho tiempo. Fuere como fuere, el caso es que las pirámides están ahí.

De ningún modo tuvo que ser sencillo construir cualquiera de las pirámides egipcias que conocemos, por eso cobra relevancia un experimento que quiso hacer el arqueólogo japonés Sakuji Yoshimura en 1978 con el apoyo de la TV nipona. Sakuji pretendía construir una pirámide a escala utilizando los medios antiguos que se suponía que utilizaron, pero finalmente el gobierno egipcio suspendió el experimento porque los resultados fueron más bien calamitosos ni siquiera utilizando métodos modernos de construcción con grúas mecánicas. El equipo del arqueólogo japonés no pudo evitar utilizar un cimiento de hormigón, los trineos de madera para arrastrar las piedras se quebraban constantemente, y algunas de las piedras de tres toneladas cortadas a mano en la cantera no encajaban de ningún modo. El experimento se abandonó definitivamente. ¿Sabían más los antiguos? Es evidente que había algo que en el siglo XXI desconocemos completamente.

 

 

 

lunes, 6 de febrero de 2017

El Éxodo: 12 piedras y el Sinaí tradicional

Me van a disculpar amigos lectores, pero me dejé una parte de la información y ahora la publico. Gracias a todos.


Dicho todo esto, ¿entonces por qué se señala el tradicional monte Sinaí (en territorio egipcio) como aquel en el que Moisés recibió los famosos “10 Mandamientos”? Para responder a esta pregunta nos tenemos que remontar a comienzos del siglo IV E.C. . Constantino es emperador de Roma y hace de la religión cristiana (que para entonces ya estaba muy diluida) la religión del estado, de pronto las cosas que habían sucedido en Judea pasan a tener importancia para la clase dirigente romana. La madre del emperador, la Sra. Elena, se convirtió en una ferviente beata de la nueva religión del estado y quiso conocer de primera mano la tierra de Jesús, de modo que le organizaron lo que hoy llamaríamos un Tour por Tierra Santa, y hacia allí que marchó. Durante su recorrido por aquellas tierras y conocedores de sus nuevas inclinaciones religiosas, sus acompañantes le propiciaron el descubrimiento de algunas reliquias supuestamente de origen cristiano. Durante este Tour la llevaron hasta casi el mar Rojo y le mostraron una impresionante montaña de la cordillera del Sinaí, a la Sra. Elena aquella montaña le causó mucha impresión y decidió ella sola que aquella tenía que ser la montaña en donde Moisés había recibido los “10 Mandamientos”, y de ese modo tan simple es como desde entonces casi todo el mundo la ve como la montaña de Moisés.

El Éxodo: 12 piedras y el Sinaí tradicional




El pueblo de Israel estuvo acampado frente a la montaña de Moisés durante un año, en algún momento Moisés subió a lo alto de la montaña de Jehová para recibir las tablas de los “10 Mandamientos”, y entonces una parte del pueblo comenzó a inquietarse y se fabricaron un ídolo de oro para adorarlo, cosa que estaba totalmente opuesta a la voluntad de Dios con el que se habían comprometido a servir incondicionalmente. Cuando Moisés descendió finalmente de la montaña se encontró con el ídolo y montó en cólera, inmediatamente ordenó destruirlo y mando arrojar sus restos a un torrente que descendía de la montaña, Deuteronomio 9:21. Del Har Karkom descienden varios torrentes, del Sinaí tradicional no baja ningún torrente. Pero Moisés mandó hacer otra cosa.
 


Frente a la montaña, y para hacer sacrificios a Jehová Dios, el Dios al que todo el pueblo había jurado fidelidad, Moisés mandó que construyeran un altar con doce grandes piedras sin labrar (una piedra por cada tribu) puestas en dos filas de seis, Éxodo 20:25; 24:3,4. ¿Sobreviviría esta construcción al paso de los siglos allí, en medio del desierto? Pues no sabemos con exactitud, pero hoy los guías turísticos de Israel muestran a los visitantes una antigua construcción de doce grandes piedras, ¿es la que Moisés ordenó construir? En cualquier caso lo que el apóstol Pablo dice del Sinaí y el relato de la guerra entre los amalequitas e Israel cerca del monte de Moisés y fuera de la frontera egipcia, eso da visos de veracidad a esa rústica construcción de doce grandes piedras frente al monte Har Karkom.  

 
 
Frente a la montaña, y para hacer sacrificios a Jehová Dios, el Dios al que todo el pueblo había jurado fidelidad, Moisés mandó que construyeran un altar con doce grandes piedras sin labrar (una piedra por cada tribu) puestas en dos filas de seis, Éxodo 20:25; 24:3,4. ¿Sobreviviría esta construcción al paso de los siglos allí, en medio del desierto? Pues no sabemos con exactitud, pero hoy los guías turísticos de Israel muestran a los visitantes una antigua construcción de doce grandes piedras, ¿es la que Moisés ordenó construir? En cualquier caso lo que el apóstol Pablo dice del Sinaí y el relato de la guerra entre los amalequitas e Israel cerca del monte de Moisés y fuera de la frontera egipcia, eso da visos de veracidad a esa rústica construcción de doce grandes piedras frente al monte Har Karkom.  

 
 
 
 
 

sábado, 4 de febrero de 2017

El Éxodo: Los amalequitas contra Moisés




Permítanme explicarles antes las características del mapa. En él pueden ver perfectamente una línea roja en diagonal, es la frontera entre Egipto y Canaán que existía en los días de Moisés y más o menos es la misma frontera que existe en el siglo XXI. Casi tocando el mar Mediterráneo estaban asentados los amalequitas, luego está señalada la posición del oasis de Qadés, y antes está señalada la posición del monte Har Karkom. La línea negra que aparece y desaparece es una de las tres rutas por la que se cree que tuvo lugar el éxodo, y por las circunstancias que aquí explico para un servidor es la más probable. Y casi tocando el mar Rojo hacia el sur, está señalada la posición del Sinaí tradicional.

 Aunque Moisés fue anotando todas y cada una de las paradas que hicieron, con los nombres que tenían en aquel tiempo, hoy no es posible identificar ni un solo lugar, los 3500 años que han transcurrido desde entonces deben de haber ocasionado importantes cambios en la fisonomía del terreno: pozas que se han secado, palmerales que han desaparecido, etc.

Se han propuesto por lo menos tres rutas diferentes para el éxodo de Israel, una de las tres, la que sigue la cordillera del Sinaí y que pasa por las minas que tenían los egipcios en la zona, es la que probablemente siguió el pueblo de Israel porque quizás también fue la ruta que siguió Moisés cuando 40 años antes huyó de Egipto y se dirigió hacia Madián, al otro lado de la frontera. Ya dijimos que el pueblo de Israel tardó unos dos meses en llegar hasta la montaña en la que Moisés recibió los “10 Mandamientos”, pero ¿es esa montaña el Sinaí tradicional que se enseña a todos los turistas del siglo XXI?

También dijimos que Egipto tenía y sigue teniendo su frontera que va desde la cabecera del brazo oriental del mar Rojo hasta más o menos el sur de la actual Gaza, y que de ahí hacia el sur todo es Egipto incluyendo el Sinaí tradicional. La Biblia nos informa que poco antes de llegar a la montaña de Moisés, el pueblo de Israel fue atacado por los amalequitas, un pueblo que vivían al sur de Canaán al otro lado de la frontera con Egipto, Éxodo 17:8-13. Pero si el Sinaí tradicional es la montaña de Moisés, y Israel fue atacado por los amalequitas, eso suscita algunas preguntas: ¿por qué atacaron los amalequitas a Israel tan lejos de sus tierras, a unos 400 km. de distancia en territorio egipcio? ¿No les importó la reacción que pudieran tener los egipcios? ¿Qué tenían que defender o qué querían proteger los amalequitas al sentirse amenazados por los israelitas?

Esta violenta reacción de los amalequitas se entiende mejor si situamos la montaña de Moisés en otro lugar, no donde el Sinaí tradicional, sino en aquella región que Moisés recorría con sus rebaños cuando se dirigía a los oasis de Qadés y en mitad de este camino se cruzaba con su montaña, un poco antes de esta montaña tendría que haber estado el lugar conocido como Refidim, sitio en el que acampó el pueblo y en el que fueron atacados por los amalequitas. Ahora parece todo mucho más claro, probablemente los amalequitas querían defender el acceso al agua de los oasis que antes hemos mencionado y se adelantaron, pero siempre fuera de la frontera de Egipto.  El caso es que Israel obtuvo la victoria y prosiguieron su marcha hasta la montaña de Moisés, alrededor de la cual permanecieron acampados un año entero, sí, ¿pero qué montaña? Llegados a este punto es digno de recordar el detalle de una carta que escribió 1500 años más tarde el conocido como apóstol Pablo, este cristiano escribió lo siguiente: “Ahora bien, esta Agar significa Sinaí, una montaña de Arabia…”, Gálatas 4:25. Para Pablo estaba muy claro que la montaña conocida como Sinaí era una montaña de Arabia, no de Egipto.

A lo largo de toda la ruta que Moisés recorrió durante su pastoreo trashumante hasta los oasis hay varias montañas y mesetas, ¿en cuál de ellas nos tenemos que fijar? Contrario a lo que sucede con el Sinaí tradicional, en la montaña conocida hoy con el nombre de Har Karkom hay muchas huellas de actividad humana antigua, bastante antigua, y algunos rasgos físicos de la montaña que la señalan como la montaña de Moisés.

El Har Karkom más que una montaña es una meseta de unos 700 metros de altura, de la cual bajan algunos torrentes, todo a su alrededor es terreno desértico y muchas de las piedras del lugar parecen como quemadas pues están negras por algunos lados, como si en el lugar hubiera habido alguna vez actividad volcánica. Hay evidencias de antigua actividad humana, numerosos restos de posibles campamentos y/o apriscos de ganado y muchas piedras con geoglífos de diferentes clases, todo esto y algo más.

En mi siguiente publicación veremos más señas de identidad que avalan al Har Karkom, y veremos la razón de que otra montaña usurpara la autenticidad que tiene el Har Karkom.