sábado, 18 de febrero de 2017

Los Dinosaurios




Según dijo la agencia de noticias Associated Press, la paleobotánica Carolina Stromberg y su equipo hicieron un sorprendente descubrimiento al analizar las heces fosilizadas de dinosaurios en la India. Las investigaciones demostraron que aquellos enormes animales extintos eran grandes comedores de hierba, y esto les llamó la atención porque según los científicos la hierba solo apareció mucho después de la extinción de los dinosaurios además de que aquellos animales no disponían de dientes adecuados para triturar vegetación. No encontraron restos de otros animales en aquellas heces, todos ellos seguían una dieta vegetariana. ¿Cómo casar este reciente descubrimiento con la idea de que muchos de aquellos gigantes peleaban y se devoraban entre sí? Porque lo cierto es que sí se han encontrado huesos fósiles con claras marcas de dentelladas. Y puesto que la Biblia de forma secundaria es una crónica de la historia de la humanidad y nos habla de los primeros seres humanos que vivieron en nuestro planeta, ¿tuvo ocasión aquel primer hombre llamado Adán de contemplar a los dinosaurios?

El registro bíblico nos informa que una de las primeras tareas inteligentes que realizó aquel hombre llamado Adán fue la de poner nombre a todos los animales, Génesis 2:19. Es de suponer que todos aquellos animales irían desfilando con el tiempo por delante de donde estaba el hombre y éste les puso el nombre que creyó conveniente, nombres que no tienen que ser los que actualmente conocemos. ¿Tuvo ocasión de contemplar a los grandes dinosaurios aquel primer hombre llamado Adán en la Biblia? Si él puso nombre a todos los animales existentes sí que los tendría que haber visto aunque fuera en la distancia, luego estos animales retornarían a sus hábitats propios en los que vivían y que no tenían por qué ser los del ser humano.



¿Y cómo pudo ser aquel mundo habitado por los grandes monstruos que Adán tuvo que conocer? ¿Se peleaban unos contra los otros y se devoraban entre sí? Parece que los paleontólogos y científicos del siglo XXI están convencidos de que sí, que muchos de aquellos animales extintos no se llevaban nada bien y se comían entre sí y de ese modo lo están enseñando al resto del mundo, pero ninguno de estos científicos ha estado allí para verlo con sus propios ojos, todo lo que nos están diciendo se basa en sus deducciones más o menos ilustradas, pero solo eso, deducciones. Permítanme decir otra cosa: lo cierto es que las excavaciones sí que han dejado al descubierto huesos fósiles con claras marcas de dentelladas, ¿entonces en qué quedamos, se peleaban entre sí y luego se devoraban aquellos monstruos?

Lo que voy a decir puede que no guste a muchas personas, pero estamos obligados a admitir que hay muchas formas de pensar y no todas coinciden, por esa razón tenemos que ver la explicación que proporciona la Biblia como una explicación que merece tanto crédito como cualquiera de las otras explicaciones que la ciencia va dando, y a eso voy.

El registro histórico de la Biblia comienza detallando cada uno de los días creativos de Dios, que desde luego no son días de 24 horas, y dice que los animales marinos, los animales voladores y los mamíferos fueron creados (no que evolucionasen) a lo largo de los días quinto y sexto, Génesis 1:20-31, y siempre se repite la frase “vio Dios que era bueno”. Para poner esas palabras en boca de Dios mismo es que el estado de cosas tenía que ser plenamente satisfactorio, sin nada que chirriase, pacífico, ¿creen que Dios hubiera podido decir que todo “… era bueno…” si algunas de las criaturas creadas se pelearan violentamente y se comieran unas a otras? Pero entonces ¿por qué muchos animales tienen grandes colmillos y garras?

El relato bíblico dice que Dios le advirtió al hombre de que si pecaba moriría, pero si Adán era el primer ser humano ¿cómo podía saber lo que era la muerte? Mediante la observación de los animales, los cuales tenían diferentes duraciones de vida y de vez en cuando morían cerca del primer hombre. Si el que moría era un animal pequeño su muerte pasaba desapercibida, pero si el que moría era un elefante o un dinosaurio su descomposición pudiera producir ofensa olfativa en el entorno y afear la visión durante muchos días a menos que hubiera un medio para limpiar rápidamente la escena tal como sucede en nuestros días, aquí podían entrar en acción todos aquellos otros animales con grandes dientes, garras y picos, estos animales se transformaban en ocasionales carroñeros, luego volvían a su dieta vegetariana con la que habían sido creados, esto podría explicar el por qué hay huesos fósiles con marcas de dentelladas, no porque se devorasen unos a otros.

Todo esto está muy bien, ¿pero cuándo cambiaron de hábito todos los animales? ¿Y cuándo y por qué desaparecieron determinadas clases de animales, especialmente los más grandes? Estas preguntas tendrán respuestas en mi siguiente publicación.

 

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