sábado, 4 de febrero de 2017

El Éxodo: Los amalequitas contra Moisés




Permítanme explicarles antes las características del mapa. En él pueden ver perfectamente una línea roja en diagonal, es la frontera entre Egipto y Canaán que existía en los días de Moisés y más o menos es la misma frontera que existe en el siglo XXI. Casi tocando el mar Mediterráneo estaban asentados los amalequitas, luego está señalada la posición del oasis de Qadés, y antes está señalada la posición del monte Har Karkom. La línea negra que aparece y desaparece es una de las tres rutas por la que se cree que tuvo lugar el éxodo, y por las circunstancias que aquí explico para un servidor es la más probable. Y casi tocando el mar Rojo hacia el sur, está señalada la posición del Sinaí tradicional.

 Aunque Moisés fue anotando todas y cada una de las paradas que hicieron, con los nombres que tenían en aquel tiempo, hoy no es posible identificar ni un solo lugar, los 3500 años que han transcurrido desde entonces deben de haber ocasionado importantes cambios en la fisonomía del terreno: pozas que se han secado, palmerales que han desaparecido, etc.

Se han propuesto por lo menos tres rutas diferentes para el éxodo de Israel, una de las tres, la que sigue la cordillera del Sinaí y que pasa por las minas que tenían los egipcios en la zona, es la que probablemente siguió el pueblo de Israel porque quizás también fue la ruta que siguió Moisés cuando 40 años antes huyó de Egipto y se dirigió hacia Madián, al otro lado de la frontera. Ya dijimos que el pueblo de Israel tardó unos dos meses en llegar hasta la montaña en la que Moisés recibió los “10 Mandamientos”, pero ¿es esa montaña el Sinaí tradicional que se enseña a todos los turistas del siglo XXI?

También dijimos que Egipto tenía y sigue teniendo su frontera que va desde la cabecera del brazo oriental del mar Rojo hasta más o menos el sur de la actual Gaza, y que de ahí hacia el sur todo es Egipto incluyendo el Sinaí tradicional. La Biblia nos informa que poco antes de llegar a la montaña de Moisés, el pueblo de Israel fue atacado por los amalequitas, un pueblo que vivían al sur de Canaán al otro lado de la frontera con Egipto, Éxodo 17:8-13. Pero si el Sinaí tradicional es la montaña de Moisés, y Israel fue atacado por los amalequitas, eso suscita algunas preguntas: ¿por qué atacaron los amalequitas a Israel tan lejos de sus tierras, a unos 400 km. de distancia en territorio egipcio? ¿No les importó la reacción que pudieran tener los egipcios? ¿Qué tenían que defender o qué querían proteger los amalequitas al sentirse amenazados por los israelitas?

Esta violenta reacción de los amalequitas se entiende mejor si situamos la montaña de Moisés en otro lugar, no donde el Sinaí tradicional, sino en aquella región que Moisés recorría con sus rebaños cuando se dirigía a los oasis de Qadés y en mitad de este camino se cruzaba con su montaña, un poco antes de esta montaña tendría que haber estado el lugar conocido como Refidim, sitio en el que acampó el pueblo y en el que fueron atacados por los amalequitas. Ahora parece todo mucho más claro, probablemente los amalequitas querían defender el acceso al agua de los oasis que antes hemos mencionado y se adelantaron, pero siempre fuera de la frontera de Egipto.  El caso es que Israel obtuvo la victoria y prosiguieron su marcha hasta la montaña de Moisés, alrededor de la cual permanecieron acampados un año entero, sí, ¿pero qué montaña? Llegados a este punto es digno de recordar el detalle de una carta que escribió 1500 años más tarde el conocido como apóstol Pablo, este cristiano escribió lo siguiente: “Ahora bien, esta Agar significa Sinaí, una montaña de Arabia…”, Gálatas 4:25. Para Pablo estaba muy claro que la montaña conocida como Sinaí era una montaña de Arabia, no de Egipto.

A lo largo de toda la ruta que Moisés recorrió durante su pastoreo trashumante hasta los oasis hay varias montañas y mesetas, ¿en cuál de ellas nos tenemos que fijar? Contrario a lo que sucede con el Sinaí tradicional, en la montaña conocida hoy con el nombre de Har Karkom hay muchas huellas de actividad humana antigua, bastante antigua, y algunos rasgos físicos de la montaña que la señalan como la montaña de Moisés.

El Har Karkom más que una montaña es una meseta de unos 700 metros de altura, de la cual bajan algunos torrentes, todo a su alrededor es terreno desértico y muchas de las piedras del lugar parecen como quemadas pues están negras por algunos lados, como si en el lugar hubiera habido alguna vez actividad volcánica. Hay evidencias de antigua actividad humana, numerosos restos de posibles campamentos y/o apriscos de ganado y muchas piedras con geoglífos de diferentes clases, todo esto y algo más.

En mi siguiente publicación veremos más señas de identidad que avalan al Har Karkom, y veremos la razón de que otra montaña usurpara la autenticidad que tiene el Har Karkom.

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