La mayor parte de nosotros nunca
nos hemos enfrentado a cuestiones de cronología y por eso puede parecernos que
es algo demasiado complicado y carente de interés para nuestras vidas, pero si
sentimos algún interés por los temas históricos es necesario que algo de
cronología sí que leamos, y en el presente caso que nos ocupa es importante
saber por qué la cronología bíblica está en mejores condiciones que la
cronología del antiguo Egipto. No va a ser tan difícil, ya lo veréis,
Es incuestionable que para contar
históricamente el tiempo hacia adelante o hacia atrás necesitamos una fecha
fiable, una fecha que nadie discuta y que todos acepten sin paliativos, con esa
fecha como base será posible situar correctamente los diversos acontecimientos
que se han ido produciendo con el paso de los siglos. ¿Cuál es, pues, la fecha
clave que nosotros vamos a utilizar? Esa fecha es el año 539 antes de Cristo.
Según las crónicas históricas que
se han conservado, en el año 539 a.C. el gobernante persa Ciro el Grande
conquistó la ciudad de Babilonia, curiosamente esta fecha como tal no aparece
en ningún documento antiguo que los arqueólogos hayan encontrado, entonces ¿por
qué es una fecha aceptada por todos los expertos del mundo? Pues la garantía de
que es una fecha correcta se la debemos a las Olimpiadas griegas, ¿podéis
creerlo? No creo que os diga nada nuevo si os digo que las Olimpiadas se
celebraron ininterrumpidamente cada cuatro años desde el año 776 a.C. hasta el
año 339 d.C., y si estallaba alguna guerra se paraba la guerra para celebrar
las Olimpiadas y luego se proseguía con la guerra, es que las Olimpiadas
siempre tuvieron carácter sagrado por estas dedicadas a los dioses. Ahora
hacemos las cuentas.
Según tres historiadores
distintos de la antigüedad, Diódoro, Africano y Eusebio, el primer año de Ciro
como gobernante de Persia correspondió con la olimpiada nº 55, año 1 (560/59
a.C.), mientras que el último año de reinado de Ciro coincide con la olimpiada
nº 62, año 2 (531/30 a.C.). Las tablillas cuneiformes encontradas por los
arqueólogos dicen que Ciro ejerció un dominio de 9 años sobre Babilonia.
Teniendo en cuenta que el último año de Ciro como gobernante ya estaba en
curso, se puede concluir que sus 9 años sobre Babilonia comenzaron en el año
540/539 a.C. que también estaba en curso, es de este modo como se establece de
forma indiscutible el año 539 a.C. como el año en que Ciro el persa conquistó
la ciudad de Babilonia.
En el registro histórico de los
antiguos hebreos, es decir, la Biblia, no nos vamos a encontrar con un
calendario de acontecimientos que nos sirva a los que vivimos en el siglo XXI,
pero sí que vamos a encontrar cifras específicas de lo que duraron los reinados
de los reyes bíblicos, del tiempo que vivieron los diferentes personajes de la
Biblia, y tiempo que duraron muchos de los acontecimientos que vivieron todos
los personajes que van apareciendo en la Biblia, a partir de estas distintas
cifras y del año clave de 539 a.C. ya
solo es cuestión de ir sumando y restando para crear una tabla cronológica
fiable de los diferentes acontecimientos mundiales que se recogen en las
páginas de la Biblia.
Para no hacer demasiado gravosa
la lectura de este artículo, pero partiendo del año 539 a.C., retrocederemos
con la cronología hasta el año en que tuvo lugar el famoso éxodo de la Biblia
bajo la dirección de Moisés, y ese es el año 1513 a.C. Como ya comentamos en
artículos anteriores Ramsés II y Moisés fueron contemporáneos, ¿y para qué nos
va a servir esto? Bueno, vamos a retroceder en la historia hasta los tiempos
del bíblico José, que según la Biblia llegó a ser primer ministro de Egipto.
Vamos a comprobar que desde Moisés hasta José van cinco generaciones que se
traslaparon, es decir, que llegaron a conocerse entre sí. ¿Será posible,
también, contar cinco faraones a partir de Ramsés II y llegar hasta el faraón
que nombró a José como primer ministro de Egipto?
No hay comentarios:
Publicar un comentario